Hoy nos toca hablar de una película particularmente feminista, a la cual no le prestaron demasiada atención a la hora de las entregas de premios. Una película dirigida por Mike Mills, el mismo director de Thumbsucker y Beginners. Si bien es importante destacar que es una película feminista dirigida por un hombre, tampoco debemos obviar que la realización de una producción audiovisual de este tamaño, depende de un equipo mucho más grande. Mujeres del Siglo XX (20th Century Women) narra la historia de tres mujeres, de tres generaciones distintas, con una simpleza y delicadeza que vuelven natural lo desgarrador a partir de su estética polaroid que nos sitúa perfectamente en los setentas.
Es un drama que a la vez puede ser una comedia, no de esas que te hacen reír, pero sí de esas películas simpáticas de ver, no solo por su puesta en escena, sino por su tratamiento amigable de temas muy serios. Al no narrar el feminismo, la adolescencia, el cáncer y la sexualidad desde la solemnidad, el filme logra darle mayor visibilidad a estos tópicos, al mismo tiempo que rompe con muchos tabúes de una manera muy sencilla. Y eso es maravilloso. Pero esto no es sinónimo de una romantización de estos asuntos, ni mucho menos una simplificación. La sencillez de la narración tiene que ver con la naturalización de ciertas temáticas, que hacen que el relato se desarrolle de una manera más fluida, y por qué no, más seria.
Sin pretender ser moralizante, termina siéndolo naturalmente. Es una película muy agradable de ver, pero que así y todo representa hechos dramáticos y desgarradores. En pocas palabras, podemos decir que la historia aborda el cáncer de cervix, el arte, el feminismo en diferentes dimensiones como la maternidad, embarazos, crianza, sexualidad, fertilidad, aborto y menstruación. Sí, son muchísimas cosas, pero lo interesante es cómo todo eso se menciona sin ser exacerbado, ni convirtiéndose en un pastiche de temáticas ensambladas a la fuerza. Mujeres del Siglo XX logra un abordaje profundo sin un exceso de solemnidad y casi nada de clichés.
También es importante hablar del contexto y cómo esa dimensión del relato tiene coherencia con todo lo demás. Estamos en 1979, en pleno apogeo de la escena punk y la estética del rock, con una sociedad que está cambiando completamente, y también aparece bastante material de archivo que da cuenta de un leve pesimismo hacia el futuro con la llegada de Reagan, la guerra nuclear, el VIH e Internet. Y es en ese escenario que una madre soltera le pide ayuda a dos mujeres -de diferentes edades- con la crianza de su hijo de 15 años. Entonces, la película no es solo sobre la construcción de las identidades de estas mujeres en ese contexto, también es la configuración de la adolescencia, la adolescencia de un chico que va a nutrirse de la perspectiva de tres generaciones distintas de mujeres.
Si hiciéramos una línea de tiempo, podríamos decir que Mujeres del Siglo XX, a nivel conceptual, es la película posterior a Carol (2015). Las mujeres que empezaban a animarse a romper con los mandatos patriarcales en 1950, avanzan hacia un grado mayor de autonomía en 1970. Pero -aunque nunca va a serlo-, este tampoco es un mundo color de rosas, y si bien hay un cambio muy fuerte en el campo del pensamiento y los debates, aún era dificultoso plasmar esas teorías en la práctica. Entonces, en esta línea de tiempo imaginaria, aparece Greta Gerwig nuevamente, pero esta vez en Frances Ha (2012). Frances baila al ritmo de Modern Love en las calles de Nueva York, Frances es la mujer del siglo XXI, y ya no necesita hablar del feminismo para ser feminista. Hoy existe una mirada de y sobre la mujer que ya no necesita ser remarcada. Está ahí.