Descubrimientos #13: Fa Cundo
- Sol Martinez
- 12 jun 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 15 jun 2020
Facundo Bonilla es el un artista detrás de Fa Cundo, un proyecto musical cruzado explícitamente con su pasión por las artes audiovisuales. A nueve meses del lanzamiento de su álbum debut, Hamaca Cósmica, Facundo presentó un nuevo EP llamado Aura. Este último trabajo fue grabado hacia fines del 2019, y nos presenta un conjunto de canciones particularmente surrealistas, donde la voz y lo instrumental van alternando su protagonismo de manera intermitente.
¿Cómo empezó tu amor por las artes audiovisuales?
Soy hijo de los ’90 y consumidor nato de las películas que los canales de aire reproducían los domingos en forma de loop. Ese el primer recuerdo de contacto con historias contadas a través de imagen y sonido que me llega desde mi disco duro cerebral. Más adelante en el tiempo pienso en los videoclips, curtí mucho Much Music. Otro recuerdo que tengo es el del mundial de fútbol de Korea y Japón, no sé por qué, pero en mi memoria veo que prestaba atención a detalles como los planos que usaban o los graph animados. Ahí me di cuenta de mi locura por lo audiovisual, pero más que nada por la estética de las cosas y cómo son mostradas.
¿De qué manera sentís que tu faceta audiovisual se complementa con tu música?
Actualmente estoy embarcado en un proyecto que trata de resignificar la obra de un grupo selecto de directores -Kubrick, Lynch, Takashi Ito, entre otros- y en donde me animo a intervenir fragmentos de sus películas con música instrumental. Haciendo esto me percaté de que existe algo universal que conecta las creaciones, algo etéreo. Me daba cuenta de que las imágenes tenían cierto tiempo para cambiar entre unas y otras, como si hubiese un metrónomo cuando editaban el film. Cuando ponía uno de los tracks sobre la película, estas obras tendían a estar en una sincronización increíble, que solo me pude explicar entendiendo que las películas o el arte de montar tiene cierta musicalidad, cierta noción del ritmo que trasciende lo técnico. Por ese lado siento que mi faceta audiovisual se conecta con la música; me encanta el montaje y siempre lo hago desde un lugar rítmico.

Solés decir que tu música es ideal para tener de fondo, ¿por qué motivo?
Es un tema de mi propuesta a la hora de componer. Por ejemplo, en el álbum Hamaca Cósmica, eso fue una búsqueda. Inicié el proceso creativo en un momento de mi vida en el que estaba comenzando un amor hermoso, y recuerdo que los encuentros eran en una estufa a leña, con un vino en mano, largas charlas y unos discos increíbles que esa chica me hizo conocer. También porque hay especial énfasis en los temas de ese álbum y los singles que salieron después en crear algo así como colchones de acordes que duraran mucho, y por la cantidad de efectos que elegí para las guitarras, con mucha texturas y mucha profundidad. ¡Mucho reverb!
Sabemos que tus shows tienen una estructura bastante experimental al igual que tu música, ¿cómo los describirías para alguien que nunca te vio en vivo?
La verdad es que me interesa mucho buscarle la forma para que no sea el típico show en el que vamos a ver personas tocando un instrumento y nada más. Los colores, las luces, y cómo se reflejan, forman una parte muy importante de la experiencia del que está presente viviendo ese momento. Pienso en el show como una experiencia para el que va a recibir todos esos estímulos, entonces el planteo sobrepasa lo musical y busco atender los otros sentidos. La proyección de imágenes o el mapping va más por lugar, si es viable o no hacerlo, si tienen infraestructura, y demás, pero trato de que suceda, porque siento que mi música está hecha para acompañar imágenes.
¿Cómo estás reinventando esa estrategia que tenía mucho que ver con lo sensorial, con el aura, en un momento en el que todo transcurre a través de la virtualidad?
Siento que la virtualidad no nos deja exentos de sentir o de que nos llegue algo profundo. Sin ir más lejos, en medio de esta pandemia, muchos familiares o abuelos lloraron al poder ver a sus seres queridos aunque sea por videollamadas, y creo que eso deja claro que una cosa no quita a la otra. Yo viví un momento especial en la cuarentena porque la capitalice de una manera creativa, me puse un par de objetivos y fui por ellos. Uno era el lanzamiento de Aura, que me costó mucho trabajo porque sentí que rompía un cascarón, ya que la música dejó de ser instrumental y me encontré a mi mismo, me reconocí en mi voz, y pude decir cosas. Además, aproveché la salida del EP para hacer vivos en Instagram y acompañar a muchas personas que estaban encerradas hace muchos días, pudiendo poner esa música de fondo de la que hablo, en varios hogares a la vez. Y me refiero a personas que tal vez no habían escuchado mi música, ni tampoco habían asistido a alguno de los shows. Entonces, de cierta manera, siento que gracias a la virtualidad y las circunstancias de encierro que tuvimos que atravesar, esa música se trasladó y estuvo en movimiento.
Escuchá Aura acá:
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