Atlantics es por sobre todas las cosas una historia poco convencional. La ópera prima de la directora franco-senegalesa Mati Diop, la llevó a ser la primera mujer negra nominada a la Palma de Oro en Cannes, y además estuvo pre-nominada a la categoría de Mejor Película Extranjera en la edición 2019 de los Premios Óscar. El filme transcurre en los suburbios de Dakar, la capital senegalesa, y nos presenta la realidad de los personajes a partir de una interesante perspectiva, ya que, en primer lugar, se trata de la vida "normal" al interior de esa cultura africana, sin resaltar sus condiciones, ni planteando una romantización de la misma. Por supuesto que sí aparecen la explotación y las desigualdades de clase, pero terminan quedando en segundo plano cuando la historia comienza a desarrollarse.
Por otro lado, podemos pensar que la película es una simple historia de vida de algunos adolescentes, o especialmente de su protagonista, Ada. Pero de pronto deja de ser tan normal como parece y se vuelve un poco surrealista, fantástica, e incluso me podría atrever a decir que de ciencia ficción. Atlantics es una historia de amor, no imposible pero sí con muchas barreras, del océano, del escape de un grupo de obreros y su posterior naufragio, pero también es una historia de espíritus. El amor entre Ada y Soulemain nos remite a Romeo y Julieta, pero el océano y las problemáticas sociales que los separan, desembocan en un relato onírico y a la vez dulcemente terrorífico, muy pocas veces visto. Y con una fotografía increíble.